18 mayo, 2013

ESTRATÉGIAME








Hay sentimientos a los que no se puede dar cuerpo verbal,
mas que es posible seguir perfectamente con los ojos cerrados
HORACIO QUIROGA



Yo sólo quería que la sonrisa entrara en el poema,
armarme de valor y contar desde el principio
todo lo que amo, la vida, él, ese ficticius.
Pero sólo escuché lo extraño vuelto saliva,
aliento moribundo, lápida quemada.
Escuché lo roto, el otro lado de mí,
el amor de mí, la boca de mí,
en las pupilas del hombre del saco.

¿Has visto cómo ha desfallecido la palabra,
justo aquí, tan pronto la decía?
Así perdí yo el fuego
enredada en las cabezas de nadie,
así perdí yo el poema.

Yo sólo quería desnudarlo despacio,
comerme en él,  precipitarme,
saberme entre sus riesgos.
Indómita estrategia,
todo lo que quería alimentaba un límite,
el deseo en un mar vertical,
la belleza en un cielo equivocado.

Yo sólo quería encontrarlo allí,
entre perros y luciérnagas,
puro como un estanque sucio,
dentro de mi vientre antes de ser yegua,
dentro de fuera de mí antes de ser yo,
en el más escabroso y tierno
manotazo de la vida.
¿Pero has visto cómo ha desfallecido la palabra,
justo aquí, tan pronto la decía?
Así perdí yo el fuego
enredada en las cabezas de nadie,
así perdí yo el poema.

2 comentarios:

María Gladys Estévez dijo...

Me gusta ese divagar de letras.
Me gustó tu poema, intimista...
Saludos.

Nelken Rot dijo...

Darling, sentirás que pierdes el poema, pero yo he encontrado una joya. Me encanta. Abrazo grande. V