31 julio, 2010

La vie en rose






La vie en rose

La vida es absolutamente rosa.
Mirada de cerca reproduce un fractal portátil,
la fructosa de una granada, un algodón de azúcar.
Huele a colonia de bebé y se elastiza como el chicle.
Es un gran chicle de fresa que sucede
en los primeros segundos de la boca.

La vida, asombrada de paralizar su pincel
en el ramillete de la novia.
La vida, coloreada por un diseñador de cocinitas,
sumergida en un lago de Senegal,
pensada por un amante de Tokio.

La vida es la infancia agitada,
un cordón de jóvenes gacelas 
que muestran sus encías al atardecer.
El salmón crudo que despierta en la lengua antes del beso,
los arañazos débiles de una herida que se cierra,
el tono pulido de la sangre lavada.

La vida es como la muerte, absolutamente rosa.
Nacemos del rosa de un sexo inflamado
y vamos al rosa de la tierra y el mar.
Al rosa de la ceniza, con su pétalo latente,
al fucsia de los tulipanes, al cuello de los flamencos,
al neón de los ojos de los roedores, a las huellas del coral,
a las patas de los avestruces, a la voz de los delfines. 

La vida es rosa, melancólica y magenta.
La vida no es más que el amor.

La primera caricia, la primera mordedura. 

10 comentarios:

Aída Acosta dijo...

Querida Sonia, me ha encantado esta "Vie en Rose", sobre todo al comienzo, tienes unas imágenes muy bellas. Un enorme abrazo poeta.

amebaboy dijo...

"El rosa de un sexo inflamado", qué hermosa imagen. Qué alegría que hayas vuelto al blog. Siempre te sigo.

Sonia Betancort dijo...

Gracias Aída y Amebaboy! Muchos infinitos besos a los dos!!!

paula varela dijo...

Qué hermoso es detenerse en tu sensibilidad, querida Sonia.
Es un poema enorme y precioso.

Cerca,
Paula

Sonia Betancort dijo...

Muchísimas gracias, mi querida Paula. Tus palabras siempre me hacen crecer. Infinitos abrazos

BIWI dijo...

Y una rosa es la que brota de las tumbas,
la que nace en las cañadas de los vientres preñados,
la que asoma en la rendijas luminosas de los párpados del niño,
y en las miradas detenidas con que se asombran los amantes
de ver la rosa espléndida
que sin razón los abrasa,
-Rosa de fuego que nos crepitas en el beso-.
Rosa del aire,
que inflamas los pechos,
que endulzas las gargantas como flautas,
que haces nacer cada instante la mirada,
rosa de agua fresca de los nacimientos y las oquedades,
te bebo en la inocencia de todas las creaturas
y en la impaciencia de las ciudades,
te toco al extender mi mano a todas partes,
y te pierdo,
de pronto,
cuando el mundo es solo la cadena de los días,
y las rosas solo flores bellas con espinas,
y la vida un laberinto con destino al cementario,
y el mirar de cada día
tan solo un día repetido,
una tumba...
Y una rosa es la que brota de las tumbas.

Sonia Betancort dijo...

Gracias por tan hermoso poema! BIWI! Muchos abrazos!!

Anónimo dijo...

Sonia, gracias a tí, por compartirte. Un abrazo

Anónimo dijo...

Me gusto, senti q ese rosa lo estaba pintando en un lienzo mientras lo leia....Bonito dibujo

Un jose

Sonia Betancort dijo...

Gracias, "un jose"!! Muchos besos