El miedo es una pared?
pálido seductor de la realidad al límite
el miedo aparece en la pared
cobijando la mueca de una alondra
La pared es ridícula como el miedo
por eso ambos se confunden
en la fortaleza de sus debilidades
La espontaneidad del miedo:
su singladura que deja ver islas al otro lado
La pared presume de un tiempo que no le importa
está ocupada en la oblicuidad y el término
El miedo se enfrenta a la pared
se posa se abre jadea en una estela de humedad
La pared fría como un dios consumado no responde
aniquila en su impasibilidad la creación de cualquier paisaje
Fulana de las transparencias del sueño
amante de los ojos encorvados del loco
la pared manipula un recién nacido
la atalaya de un cuento fantástico
la hipocresía del dueño
El miedo se columpia en la pared
es el inoportuno paseador de la visita de la cal
es ladrillo trenzado
esa línea insegura de puntos suspensivos
El miedo piensa que hay paredes blancas
que anuncian un fracaso ciego
un latido indefenso e infinito hasta el cansancio
y huye
El miedo piensa que hay paredes azules
paredes infiltradas por las tuberías del atardecer
ruidosos cuadros de la sexualidad del cuarto
y vuelve
El miedo quiere poseer a la pared
la hiere le arranca la respiración
simula el descanso de su fortaleza
piensa en cantar más fuerte alrededor de ella
gritarle
el miedo se desvive por cortejar a la pared
La pared soporta
está ciega y muda
o dice lo que alumbra en la verticalidad
La pared escucha al miedo y permanece inmóvil
La pared se ríe de su velocidad
no se inmuta
proclama una mirada insoportable
que me descubre
a mí?
desnuda
afuera de ella
hija de ella?
yo entre la pared y el miedo
narrando
el espectáculo macabro
de
lo
que
no
sé.
Buenos Aires, 22 de junio de 2007.
5 comentarios:
El miedo es un frontón.
Y tus palabras son ladrillos, pero no puedo chocar contra ellos porque saben acogerme...
No sé si todos los miedos son el miedo, ni si las paredes son todas una pared.
Supongo que igual que tú no sabes el espectáculo que narras, como nadie sabe.
Ahora bién, en mi humilde y poco (o nada,mejor dicho) docta opinión, no hay miedos ni paredes.
Uno no encuentra paredes en la tierra hasta que el hombre decidió construirlas, inventarlas. Las paredes son ficticias, no existen y el miedo se alió con ellas por que le convenía para parecer real.
Es algo asi como la poesía: está ahí, se ve, pero no existe.
Besos, Sonia.
Estimada Sonia,
¿miedo? ¿alguien dijo miedo? ¿existe?... ¿no lo creamos nosotros mismos igual que las paredes?
Leyendo este poema me he acordado de un recital que dimos, tú leiste un poema que decía algo de puntos suspensivos, ¿recuerdas? Cuántos recuerdos de nuestra Salamanca querida...
Besotes amiga isla.
Qué bueno y qué cierto.
Me iba para volver, pero mira tú me enganché con el miedo, al que tanto le temo
la espada y la pared, el miedo y la pared quizás son lo mismo...distintas palabras sensaciones parecidas...
cariños desde el vuelo
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