03 enero, 2012

“Chamaquili”: un libro color redondo

En todo cuento infantil hay al menos tres niños más o menos encubiertos: el protagonista de la historia, el lector de la aventura y el escritor del libro. Y cuando un cuento infantil cumple su función, los ojos del mundo entornan una riesgosa mirada de algodón de azúcar, la naturaleza ha renovado sus perfiles y de fondo girará para siempre el tiovivo de una caja de sorpresas. Estas son las coordenadas de la serie de aventuras de “Chamaquili”, carta de navegación de rejuvenecimientos, juguete de profundidades, texto cómplice de una alegría de los siete años. En efecto, Alexis Díaz-Pimienta (La Habana,1966) ha creado una fábula maravillosa para grandes y chicos. “Chamaquili” es una leyenda para adultos con ansias de crecer hacia la infancia, con deseos de retomar los lenguajes más libres del juego. Todo en las historias de este niño de dos orillas suena a metafísico xilófono, invocador de los paradigmas de la espontaneidad. A esa altura, cualquier edad encontrará su niñez, un viaje con alfombra mágica cuyo destino final descansa en la picardía más inocente y en los sueños más puros. Pero sobre todo, “Chamaquili” ha conseguido desarrollar una de las habilidades más imponentes de los cuentos infantiles: acompañar las emociones. La amistad, el amor, la soledad, el aprendizaje, la corporeidad, el miedo, la valentía, aparecen en las historias de este niño universal que conoce a la perfección el camino del guiño poético y del calambur. ¡¡¡¡Chiquititos, a volar!!!!!… “Chamaquili” es una travesía de dos costas, de Almería a la Habana, de la jerga andaluza a la cubana, del imaginario caribeño al español. Un asombro en constante latencia muy bien acompañado por una alta presencia de imágenes marinas y terrestres: peces de piscina y medusas disueltas en cubitos de hielo, dibujos animados que atacan nuestros sueños, un metro que tantea en la medida el precio escandaloso de las cosas, un calendario con la cronología de los deseos, un mapa con forma de chichón, una conversación vertiginosa con la función de los dientes de leche, el agua salada de Aguadulce, la metaliteratura de ogros, brujas y lobos que ya causan risa… Todo, acompañado por un excelente trabajo de ilustración y por un lenguaje de una gran inteligencia emocional, donde no pasan desapercibidos la fuerza didáctica y el vuelo lírico, la humanidad y la conciencia social, la apertura y el buen juicio. Alexis Díaz-Pimienta ha conseguido un equilibrio encantador entre humor y ternura, cotidiano y maravilla, imaginación y realidad. “Chamaquili” es el retrato de tres niños. Un niño que es todos los niños, un niño que es todos los adultos que tienen la suerte de tener dentro un niño y el poeta Alexis Díaz-Pimienta, un niño grande. Con pasos agigantados, huellas indelebles, corazón de siete leguas, “Chamaquili” ha decidido refundar el mundo, y darle, por fin, su auténtico color: “¿De qué color iba a ser?/ ¡El mundo es color redondo!” Datos del libro Alexis Díaz-Pimienta: Chamaquili en Almería, Cuba, Ediciones Abril, 2011. Ilustraciones de Jorge Oliver Medina. Para conseguir el libro en España, ya en librerías Amazon, el Corte Inglés, la Casa del Libro y en www.chamaquili.com y Scripta Manent Ediciones http://scriptamanent.redtienda.net/ent.php

1 comentario:

Fernando dijo...

Por desgracia mis chicos lo único que alcanzan a leer por gusto es el número del delivery de sushi.
Triste.
Saludso