01 abril, 2013

LA IRA NO ES UNA BESTIA












-I-
La ira no es una bestia, ni siquiera un animal.
Parece más bien un niño asustado.

-II-
En la ira perfecciona el amor sus cicatrices,
tajaduras por donde se precipita el dolor.

-III-
La ira fue bloqueando las puertas del corazón,
sus ascensores, sus escaleras de incendio.
Algunos la confundieron con un pelotón de fusilamiento,
otros, la vieron llorar en llamas,
correr como bueyes o rinocerontes
con desenfrenados latidos en la boca.
De nada sirvieron bomberos y astronautas,
psicólogos, poetas e ilusionistas.
Un soplo de ceniza ocupó para siempre
vigas y techos, paredes y umbrales del ánimo.
Porque la ira es una granada seca, un círculo de Dante,
la voraz inflamación de una tristeza, un vómito de fuego
que rara vez deja de arder en el corazón quemado.



Típtico-poema publicado en la revista  Periplo (2013), Vol XX, pp. 50-55.
Disponible con ilustraciones de Cristina Carmona Saucedo en  http://www.revistaperiplo.com o pinchando este enlace



4 comentarios:

EMILIANO dijo...

un niño asustado. sí.

r.e.c. dijo...

Quién juega con fuego,
rara vez pasa frío.

P. del Pozo

Anónimo dijo...

muy bonito. me gusta

Fatalami Awise Ode Remo dijo...

Si uno siente hambre, con un bocado saciamos el hambre. Si uno siente rabia, de un bocado la rabia nos traga. Santos López